La periimplantitis la podemos definir como la inflamación/infección de los tejidos que rodean al Implante.
Hablamos tanto de tejidos blandos (encía) como de tejidos duros (hueso).
Sería para el implante lo que la periodontitis es para el diente.
Muchas veces su curso es asintomático, no duele.
Su diagnóstico puede ser por casualidad al acudir a una revisión dental.
Se caracteriza por el enrojecimiento y la tumefacción de los tejidos que rodean al implante. A veces puede haber superación, pero sólo si hacemos presión alrededor de la pieza/s afectadas.
Otras veces será la movilidad el primer signo de alarma y casi siempre es tarde.
Cuando se trata de puentes, es decir cuando hay varias piezas unidas (ferulizadas), el movimiento puede tardar en notarse.
Es muy frecuente el hallazgo casual en una ortopantomografía de control. Lo vemos a menudo en portadores de implantes antiguos y que acuden por primera vez a nuestra consulta.
Los implantes deben ser controlados a lo largo del tiempo. Se debe acudir a las revisiones periódicas.
En clínica dental valbos tenemos un protocolo de seguimiento. Durante el primer año hacemos revisiones a los 3meses/6 meses y 12 meses de la colocación de la prótesis. Si todo está correcto pasamos a revisiones anuales, a no ser que se trate de un paciente periodontal, en cuyo caso se irá controlando además durante los mantenimientos periódicos.
Una simple radiografía nos indicará el nivel del hueso alrededor del implante. Es importante tener una imagen de referencia del momento en el que se colocó el implante. Cuando veamos que hay un descenso del nivel de hueso hay que actuar rápidamente para detener el proceso.

En el caso que nos ocupa la falta de mantenimiento ocasionó la pérdida de uno de los implantes que sostenía el puente de dos piezas.
Es un proceso que se puede evitar y tratar si aparece.
Deben realizarse revisiones periódicas y ante cualquier signo de alarma como sangrado o superación hay que acudir rápidamente al especialista.
Hay que cuidar de nuestros implantes¡¡