Prevenir es mejor que curar
La odontología preventiva es = prevención, que es el l mejor tratamiento desde de todos los puntos de vista. Hay que intentar evitar que aparezcan los problemas y en el caso de que aparezcan poder detectarlos para tratarlos lo antes posible.
Nuestro deber como profesionales de la salud no debe ser sólo tratar, sino educar y vigilar para así alcanzar una mejor salud buco-dental.
Recordemos que una correcta salud oral es imprescindible para un buen estado de salud general y al revés, no se concibe una sin otra. Recordemos que la boca es la principal vía de entrada de nutrientes y micro-organismos, forma parte del primer tramo del tubo digestivo y tiene per se una flora bacteriana que por un lado es protectora y participa de las defensas , pero que en otros casos puede ser perjudicial.
Una buena boca no sólo es una boca bonita, sino saludable, que permita una buena masticación desde el punto de vista funcional y que no sea un posible foco infeccioso, ya sea localmente o a distancia.
Será por un lado instruir en las técnicas correctas de cepillado, nadie nace enseñado, ayudando así a mantener una buena higiene y por otro lado no cabe ninguna duda que hay una susceptibilidad individual que dependerá por un lado del tipo de saliva, por otro del tipo de diente y por otro de los hábitos alimentarios, de estos tres factores sólo podemos modificar el último, dando consejos para adquirir unos buenos hábitos alimentarios. Debemos intentar educar a nuestros pacientes en unos buenos hábitos higiénico-alimentarios que son decisivos para poder controlar las enfermedades bucales . Por otro lado no debemos olvidar que la boca forma parte de un cuerpo, que una buena salud oral es imprescindible en una buena salud general y que la boca es la principal vía de entrada a nuestro cuerpo de patógenos
En primer lugar me gustaría remarcar que en la boca no sólo hay dientes, no debemos olvidar cepillarnos las encías, las mejillas y la lengua.
El objetivo final va a ser eliminar la placa bacteriana que no es más que una película formada por restos de alimentos y microorganismos que forman una fina capa que reviste a toda la cavidad oral y que por tanto sino limpiamos todos los elementos, estamos dejando un reservorio de patógenos .
En principio vamos a empezar el cepillado por las encías, siempre en sentido vertical, a forma de barrido, hacia la cavidad, como si intentaramos barrer una habitación y llevaramos lo barrido hacia fuera.
esto lo debemos hacer por fuera y por dentro y arriba y abjo.
luego debemos cepillarnos la parte que tritura los alimentos, con movimientos circulares intentando que no queden restos retenidos en los surcos de las piezas posteriores.Cuanto más atrás más difícil es y hay que ser más cuidadosos, en especial con piezas que estén a medio erupcionar (en muelas del juicio y en niños con piezas a medio salir)
Luego hay que cepillar los espacios interdentales ya sea con hilo dental o cepillos interproximales.
Por último bebemos cepillar la lengua y las mejillas, ya sea con el mismo cepillo o con raspadores especiales.
La fuerza no debe ser excesiva, ya que podemos producir desgastes por cepillado y el tipo de cepillo se aconseja de tipo medio y mejor de farmacia.Los cepillos con cerdas naturales no son muy aconsejables ya que suelen ser más duros.
En caso de utilizar el cepillo eléctrico se aconseja que sea de cabezal pequeño y la técnica de cepillado debe ser la misma.
Lo aconsejable es hacer una revisión anual por norma. Como siempre dependerá de cada caso y será el profesional el que indicará si las revisiones tienen que ser más frecuentes y cuál debe ser la periodicidad : Por ejemplo en periodoncia las revisiones dependen de lo bien que el paciente haga el control de placa, cuando hay mucha susceptibilidad a la caries las revisiones son más frecuentes, etc
En nuestra clínica dental de Mollet se realiza recordatorio a los pacientes por WhatsApp, de cuándo tocaría la revisión que se le marcó en su momento. Para nosotros, el recordatorio es una deferencia hacia el paciente, pero está prohibida la insistencia. No nos gusta nada, como pacientes que somos también, el acoso y derribo.
No siempre, aunque es lo más frecuente. La necesidad o no de la higiene dental dependerá de la cantidad de manchas en los dientes y sobre todo de cálculo, más conocido como sarro. Dicho sarro junto con la placa bacteriana es el responsable de todos los problemas de la dentadura.
Es un tratamiento preventivo que busca sellar con un composite fluido (empaste blanco) los surcos de los dientes (premolares y molares) para evitar que al ser zonas donde se queda retenida comida, se produzcan caries.
Sobre todo, está indicado en niños y adolescentes, en piezas definitivas y con mala higiene o mucha propensión a caries.
No siempre, aunque es lo más frecuente. La necesidad o no de la higiene dental dependerá de la cantidad de manchas en los dientes y sobre todo de cálculo, más conocido como sarro. Dicho sarro junto con la placa bacteriana es el responsable de todos los problemas de la dentadura.
La limpieza bucodental, también llamada «Tartrectomía», es la limpieza bucal profesional realizada en clínica, para retirar la presencia de sarro placa bacteriana, y manchas de todas las superficies de los dientes, línea muco-gingival y espacios interdentales.
Se realiza con un ultrasonidos que mediante vibraciones de alta frecuencia consigue que se desprenda el sarro. El proceso va acompañado de un chorreo de agua constante.
La higiene dental, por si misma, es un proceso indoloro. Pero sí que es verdad, que no todo es tan fácil. Trabajamos con personas, con pacientes, todos ellos muy distintos tanto en personalidad, miedos y condiciones bucales :
Todo ello nos demuestra que la higiene dental NO puede ser un proceso rápido y realizado de forma robótica, tipo fábrica. De hecho, ningún proceso sanitario realizado sobre pacientes debería ser así.
Tiene que ser un proceso realizado de forma tranquila, a conciencia e individualizando cada caso y a cada paciente … y así es como lo hacemos en nuestras Clínica dental en Mollet:
Es conocido el beneficio del flúor para prevenir la aparición de caries y favorecer la mineralización del esmalte, de hecho casi todas las pastas de dientes lo incorporan y se supone que con ese aporte es suficiente. Es importante conocer la composición de las pastas de dientes y se aconseja como norma que sea inferior en las pastas infantiles a 1000 ppm(partes por millón) y está prohibida la venta en concentraciones mayores a 1500 ppm.
Otra fuente rica en flúor es el agua, cuando es muy rica en flúor aparecen manchas generalizadas en los dientes, dientes moteados, que son característicos de determinadas zonas por el consumo de dicho tipo de agua.
La otra fuente es el consumo de aguas minerales gaseosas de forma habitual.
La afectación de los dientes se produce cuando los dientes se están formando, es decir durante la infancia.
Si a todo lo anterior sumamos las fluorizaciones de campañas en colegios y ambulatorios es muy importante para evitar el efecto acumulativo, preguntar bien posibles aportaciones de flúor en cada paciente i e individualizarlo en cada caso. Es decir si a un niño ya le hacen flúor en el cole, se cepilla los dientes con pasta fluorada y bebe bebidas carbonatadas no se debería aportar más.
Recordemos que el flúor es una ayuda pero no es mágico y que si no va acompañado de una buena higiene no sirve de nada.
En adultos lo hacemos después de las tartrectomías (limpiezas de boca) para disminuir las sensibilidad y proteger las zonas expuestas después de retirar el sarro.
Se aplica en forma de gel en unas cubetas individuales desechables en ambas arcadas a la vez. Se aconseja ir haciendo pequeños movimientos como de masticación para que penetre bien y evitar comer o fumar en una hora después de su aplicación.
Siempre por personal sanitario autorizado (higienista u odontólogo).
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